"Para mí, para mis amigos, para cualquiera interesado en leerlo.
Nada especial, solo hobby."

-AldhaRoku

domingo, 5 de febrero de 2017

Capítulo 4

4



    Me desperté estornudando por el frío y empecé a temblar, vi a los lados, y aunque el sol no pega mucho en la mañana por obra de los edificios, la oscuridad madrugadora me decía que debían ser al menos las cuatro o cinco AM, aún llovía era más bien un rocío, pero cada gotita de este rocío se sentía como un pinchazo suave, temblaba y me estiré, estaba decidido a regresar con mi grupo en casa de Ángel, pero mientras me estiraba largue mi vista hacia mi brazo, quizás sea por el frío, quizás sea tanta estrés en mi cabeza pero no sentía el dolor, pero se me revolvió el estómago al ver mi brazo la mordida que me hizo la loca desnuda del día anterior, más bien el bocado que se dio esa loca, estaba aparentemente normal, se había secado un poco y tenía sangre seca a pesar de la lluvia, y entonces recapacite y pensé,  << ¿La mordida no me infecto y convirtió en una de esas cosas? >>



    No sé si era un dato importante pero sentí la necesidad de dar esa información a mis amigos, sentí que ese conocimiento nos ayudaría en algo, así que hice algo de calentamiento para aguantar el posible trote que iba a llevar, pude ver un hermoso rayo de sol a lo lejos, debían ser poco más de las cinco, y aunque las nubes negras lo ocultaron de inmediato nuevamente, me motive a volver con mi gente. La puerta del balcón no se abre desde el mismo, sino desde adentro así que no podía abrirla, << No es como si quisiera hacerlo sabiendo lo que hay adentro >>



    Así que cruce el mini muro que adornaba el balcón y caminando por las tejas de la casa de al lado empecé a moverme como si se tratase de una especie de cuerda floja. No tenía nada más que mis brazos y piernas para defenderme pero que maldita suerte, no se veía nada, baje el muro de la casa y entonces empecé a caminar, quería correr para llegar rápido pero lo último que quería hacer es revelar mi ubicación con el sonido de mi trote. Adelante se podían ver algunos así que cambie de cuadra, agarre a la Perimetral, había más. << ¡Coño! >>



    Agarré a dos cuadras a la derecha, estaba despejado, por allí seguí hasta que me topé con otros más, me iba a regresar pero había uno atrás, sin hacer ruido me metí por un callejón y llegue al cruce con el “Express Mall” fui caminando sigilosamente y largue la vista, habían dos y uno de ellos me vio, empezó a perseguirme y no me dio más opción que correr, me metí entre atajos y callejones, saltando de cuadra en cuadra hasta perderlo, en mis pensamientos retumbaba lo mismo, pero no tenía pruebas y sentí que debía conseguirla. << Parecen ser más activos de noche que día… >>



    Llegando a la iglesia de la virgen del valle había uno, debí haberme vuelto loco porque cogí una piedra, una simple piedra de más o menos el tamaño de una pelota de Softball, me acerqué  y él dejo de cojear. << ¿Me había olido? >>



    Se volteó y camino lentamente hacía mí y más o menos cuando estaba a veinticinco metros de distancia de mí, cambio completamente, parece como si se hubiera vuelto un Berseker y empezó a correr, Cuando me iba a caer encima, apreté la maldita piedra con todas mis fuerzas y se la estrelle contra la cabeza, el golpe que conecte fue tan fuerte que su cráneo se hundió, murió al instante manchando mi mano con sangre.



    Lo había comprendido, solo era una teoría, pero todo apuntaba a ello, lo primero es que su mordida no es contagiosa. << Aunque eso aún no me quedaba claro, quizás yo podría ser un caso especial >> Y lo segundo es que podemos defendernos mejor durante el día, solo son completamente activos durante la noche, de día solo atacan cuando están suficientemente cerca, me encamine al edificio y note que la entrada ya no tenía rejas, me preocupe eso es un hecho, pero no iba a dejar volar mi imaginación.



    Subí cada escalón, cada piso y cada vez que subía un piso me daba una sensación más horrible, veía cuerpos y sangre que no debería estar allí, que al menos ayer no estaban, pude ver que las puertas de los recintos estaban abiertas, no todas pero si muchas, subí de manera apresurada y cuando llegue al piso cinco, por ir de golpe no tome la precaución necesaria y me topé con uno de los comegente quien se volteó amenazantemente, se estaba comiendo algo, mejor dicho parte de alguien y se lanzó sobre mí, mi propia desventaja sería mi pro, y efectivamente así fue, me lance hacía un lado de la pared y se fue de cabeza rodando los las escaleras, me valió ver si esa cosa seguía viva o no, solo quería subir a ver a mi grupo y cuando llegue al piso seis por alguna razón ver que la reja estaba cerrada me calmo de inmediato, me encarame por el posterior izquierdo, poniendo mi vida en riesgo. << Era una caída de seis pisos >>



    Mientras subía, el pies se me deslizo y sentí el filo de la muerte en mi pecho, me agarré con todas mis fuerzas de la misma reja y me apoye con mi otra pierna la cual me dio chance meter dentro del edificio, con la otra mano adolorida pero funcional me agarre del muro y logre impulsarme hacia adentro, sentí la muerte eso es un hecho, pero en fin, pude entrar  con más facilidad de la que esperaba.  Camine sigilosamente y podía ver la puerta abierta. << Tragué saliva >> No eran más de veinte míseros metros pero tenía la guate en el pecho, eventualmente llegue a la entrada y no cabía dentro de mí mismo al ver la escena.



    Sangre por doquier, los muebles rotos y sucios y lo peor, no éramos grandes amigos, pero me fui en vomito al ver el cuerpo de Lucas tirado y ensangrentado en la entrada de la cocina, tenía un ojo salido y cortadas por todo el cuerpo, el cuchillo grande que usaba Ángel lo tenía clavado de oreja a oreja. << lo último que quisieras ver si lo que quieres es conservar algo de esperanza >>



    Camine con miedo, limpiándome un poco de vomito que me calló en la camisa  y me maree cuando me acerque a la habitación principal, olía a mierda como no tienes una idea, abrí la puerta y todo estaba oscuro, no había luz y era difícil que la luz natural entrará, mis ojos necesitaban tiempo para acostumbrarse.



    Cuando por fin se adaptaron pude darme cuenta de por qué olía así no era más que el lamentable olor de la muerte, La cara era irreconocible puesto que solo era una masa roja con partes del cráneo pronunciadas, su estómago era un carrusel de intestinos y órganos molidos, empecé a temblar y me acerque al irreconocible cuerpo y al ver esa ropa, esa ropa y aquel collar tan despectivo de esa persona, completamente manchado con sangre, pude notar quien era, me fui en vómito nuevamente y me maree, no era por el olor ni la escena, fue al darme cuenta de que alguna vez esa masa de carne fría y maloliente era Diana.
 


    Yo estaba recostado en el balcón con la mano en la frente sin decir una sola palabra, mi cabeza estaba llena de mierdas que deseaba suprimir pero no podía. << ¿Toda esta mierda paso en solo una noche?, ¿acaso debí quedarme?, ¿dónde estará el resto?, ¿qué fue lo que paso? >> Y demás preguntas que me comían el cerebro.


    El estómago me empezó rugir, eran las cuatro y doce de la tarde, no tenía apetito para nada, pero debía comer algo, tragándome nuevamente el olor a mierda y viendo  el repugnante cadáver de Lucas fui a la cocina. << Dejaron casi toda la comida que Kamui y Songer recolectaron >>



    Abrí el estante y agarré el paquete de Pan Bimbo, revise a ver si había algo conque complementar y solo conseguía comida chatarra, cogí entonces uno de los muchos frascos de Nutella que consiguió Songer y lo unte al pan. << Hace solo tres días comer esta mierda era sinónimo de burguesía, ahora solo es algo >> Me acabe la bolsa entera de pan, un almuerzo amargo.



    Los muchachos dejaron sus mochilas, agarré la de María, saque todo el mierdero que cargaba en sima, hasta el teléfono y la Tablet, lo llene con tanta comida como pude, en especial enlatados y embutidos que son más prácticos para estas situaciones. Era asqueroso pero le saque el cuchillo de la cabeza a Lucas y lo lave por encima, sería mi nueva arma mientras tanto. Pensaba en los posibles lugares a donde pudieron haber ido. << Cumaná plaza, Express Mall, Gina, llegué hasta pensar en la posibilidad de que se hubiese ido a la prisión de Cumaná. >> Así que empecé a movilizarme.



    Comencé yendo al Cumaná Plaza puesto que el Express Mall estaba cerrado y dudo que encontraran la forma de entrar, camine con calma y cautela y llegue a ver a uno que otro comegente pero ya me había topado con tantos que no me temblaban las piernas, llegando al Cumaná Plaza mate a uno, dos, tres, llegue a matar hasta ocho, no vi más, al menos en la planta baja, pude matarlos gracias a que estaban lo suficientemente dispersos como para no lanzarse hacía mí, mi teoría cada vez era más valida. << De día son poco activos >>



    Las escaleras eléctricas estaban reventadas, no había forma de subir por allí, no había luz como para usar el ascensor, así que corrí hacia las escaleras laterales, estaban completamente llenas de escombros colocados allí a propósito, subir era toda una hazaña casi de alpinismo. Lo cual me dio esperanzas, eso fue obviamente  hecho por gente que busco la manera de resguardarse de esas cosas, logre subir y llegue hasta la primera planta dónde estaba el Unicasa, esa mierda estaba pelado, no había nada más que vidrios, fue saqueado hasta en espíritu, la comida no me preocupaba pues a fin, tenía la mochila con algunos víveres, triste era que las comidas frías se habían echado a perder y luego de tres días en los suelos de Cumaná bajo el sol y la lluvia, la mayoría de los alimentos que estaban regados producto de los saqueos ya no eran comestibles. << Tampoco eran muchos que digamos, Kamui y Songer agarraron casi todo lo que había >> Pude ver dos cuerpos a lo lejos de la primera planta del centro comercial pero no era nada realmente. Pude ver que ya estaban bastante muertos para cuando me acerque.



    Entonces subí al siguiente nivel, “la feria de comida” nuevamente tuve que arrastrarme entre escombros para llegar al siguiente nivel, era emocionante el pensar lo dedicados que fueron para protegerse, llegando a la feria de comida pude notar que había un cuerpo fresco tirado frente al ascensor, parecía haber muerto hace no más de diez horas, tenía un agujero en la cabeza. << Le dispararon >> Subí con la guardia alta  al último piso el nivel de los niños, las escaleras no estaban obstruidas en ese último nivel. Llegando pude ver un paisaje que no distaba de ser esperanzador.


    Estaban cuatro niños acostados sobre el castillo inflable, el cual estaba completamente desinflado, y un largo y grande charco de sangre  les daba cobija, caminé hacia ellos y pude notar  que había disparos,  miré hacia mi flaco izquierdo y había un hombre sentado en una silla, era moreno y vestía con traje, estaba durmiendo en esa silla y debajo de él había una pistola,  parecía ser un revolver, no lo distinguía a la distancia, me acerqué hacia él, mi intención era más coger el arma que otra cosa, y lentamente me movilice.



    Cuando estaba a quince metros de él vi algo que no distinguí, su traje negro y su cuello estaban pintados por una cascada de sangre, era fresca, quizás de la mañana, me acerque con más confianza y vi  que aquel hombre tenía un agujero en la cabeza, en el lóbulo derecho para ser exacto, todo apuntaba a que se suicidó. Cogí su revólver y lo abrí. << Sin balas >> Revise en los bolsillos del hombre y encontré su billetera, había una foto de un niño en ella, el negrito de camisa azul. << ¿era su hijo? ¿le disparo a su hijo? >>



    Ignorando mis instintos de saber que había pasado en ese lugar seguí buscando, metí mis manos en un bolsillo de su traje y allí pude encontrar dos balas. No dude en cogerlas y meterlas en el revólver, quite el seguro y me la guarde. <<De algo sirvieron las clases de armamento de la UNEFA >>. 



    Eran las cinco en punto de la tarde, pude ver en el reloj de aquel difunto hombre, una o dos horas máximo para la noche, pensé. Necesitaba tiempo para buscar a mis amigos, ellos podrían estar en Gina justo en frente o quizás en alguna de las casas a la redonda, hice entonces la última planta del Cumaná Plaza mi guarida momentánea, deje el bolso con los víveres allí y baje rápidamente para ver si conseguía alguna pista del paradero de mis amigos solo llevando un cuchillo ensangrentado como arma.



    Busqué en todo Gina, busque en los otros centros comerciales cercanos llegando hasta el Ginan, inclusive me arriesgue pegando un grito para ver si alguien me escuchaba, pero nada. Eventualmente podía ver como el sol se escondía así que corrí hasta el CP, ciertamente tenía siguiéndome al menos a cinco de ellos pero aún no se activaban, estaba seguro de ello. Llegué antes de que anocheciera y subí nuevamente los escombros hasta llegar al último piso.



    Jadeaba del cansancio, podía aparentar muy bien que estaba molesto de no haber encontrado nada, ni una mísera pista. Eventualmente cogí los cuerpos de los niños y los envolví con el mismo plástico del castillo inflable, me daba asco pero empezaba a acostumbrarme. Todos los cuerpos, los cuatro niños y el hombre de traje los baje al piso inferior. << Seré ateo, pero la idea de dormir cerca de cadáveres no me agrada para nada >>.



    Abrí una bolsa de cereal y empecé a comer, solo una, no sabía hasta cuando iba a tener comida, luego de eso, me adentré en los inflables y me acosté a lo lejos pegado de la pared, cubriéndome con un inflable agujereado, allí pasaría la noche.

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